La diversión del ser humano está en el origen de los tiempos, los Mayas jugaban a la pelota (malo para los que perdían), la cultura Minoica jugaba con los toros (Taurocatapsia, también malo para los que perdían), pero no todo es malo. A partir del siglo XVI se trataron muchos problemas matemáticos como acertijos, por un lado como verdaderos problemas, por otro con actitud lúdica. Algunos de los que los propusieron:
- Juan Pérez de Moya publica en 1.562, “Diálogos de aritmética práctica y especulativa”, en el tomo IX desarrolla lo que ahora denominamos matemática lúdica o recreativa.
- Gerolamo Cardano, según él mismo, escribe en 1.526 un tratado sobre los juegos titulado “Liber de ludo aleae” que no se conocía y no se publica hasta 1.663.
- Pierre Fermat fue un matemático aficionado, eso dicen muchas biografías.
- Yakov Perelman, a principios del siglo XX, fue el creador del género de la literatura de ciencia para no científicos.
- Joseph Madachy creó la revista “Recreational Mathematics Magazine” en 1.962.
Esos son, algunos pocos, de los que han tenido a las matemáticas y a los números como elementos de juego. Otros matemáticos califican este modo de utilizar la matemática y los números, de forma peyorativa. Es como todo, para gusto colores.
Niccolò Fontana Tartaglia escribió en 1.546 “Questi et invenzoni diverse”, sobre teoría de números, en el cuál propone muchos “rompecabezas” y también otros en “Trattato generale di numeri et misure” de 1.556, uno como ejemplo:
Tengo un barril lleno de vino, del cual extraigo dos jarras y luego lo recargo con agua.
Después de un par de días saqué dos jarras de nuevo y luego lo recargo con agua.
Después de un par de días, saco dos jarras y luego lo recargo con agua.
Ahora el barril contiene la mitad del vino y la mitad del agua.
¿Cuántas jarras contiene el barril?
Otros matemáticos, incluido Tartaglia, C. Gaspar Bachet de Meziriac, Gerolamo Cardano en “Practica Arithmetice,” proponen el problema de los maridos celosos:
Tres mujeres hermosas estaban casadas con tres hombres jóvenes, guapos y galantes, pero también celosos. Un día, mientras daban un paseo, llegaron a la orilla de un río. Para cruzarlo disponían de un bote cuya capacidad máxima era para dos personas. ¿Cómo lograron cruzar el río, si ninguna mujer podía quedar en compañía de ningún hombre a menos que su marido estuviera presente?
Édouard Lucas publica entre 1.882-1.894 “Récréations mathématiques”, donde resuelve el problema de los Aros Chinos, propuesto por Cardano en “De Subtilitate Rerum” en el 1.550. En 1.883 propone otros juegos, el de las Torres de Hanoi, el dicho de los Aros Chinos, no los plantea como un problema matemático aunque sí lo son.
Yákov Isídorovich Perelmán publicó su primer libro de divulgación científica en 1.913, “Física Recreativa I”, al cual le seguirán muchos otros donde planteaba los problemas como una aventura o una historia ingeniosa y lo más importante, didáctica.
A partir de principios del siglo XX comienzan a surgir muchos divulgadores matematicos que introducen las matematicas como un elemento de juego y reto.