No nos referimos a los nombres representados con palabras uno, dos, tres,… ni tampoco a la tradición española de denominar a determinados números con nombres propios, por ejemplo los correspondientes a:
La mala pata (13),
La niña bonita (15),
Los dos patitos (22)
todos ellos asociados a los juegos del bingo o de la lotería.Tampoco a las expresiones coloquiales como:
Chorrocientos en Chile, Guatemala, México o El Salvador.
Enemil en Colombia.
Quichicientos en Argentina.
Nos referimos a las características que poseen algunos números o grupos de números en base a la denominación que les ha sido impuesta por el mundo de las matemáticas, como:
Números Amigos, Circulares, Perfectos, Poligonales, Proth, etc.