Europeos

Etymologiae
Etymologiae

Desde la decadencia del imperio romano hasta el renacimiento, en Europa no hubo nada, fue una época oscura dominada por las ideas religiosas que limitaron la ciencia, todo debía estar enmarcado en un halo de religiosidad y entre ello sólo podían aparecer vestigios de otros tiempos.

 

Isidoro de Sevilla publica en el 634 “Originum sive Etymologiarum libri viginti”, conocida como “Etymologiae”, es una recopilación de todas las ciencias desde los primeros tiempos hasta el conocimiento contemporáneo. Esta enciclopedia es la referencia científica durante 900 años en las universidades medievales y hasta principios del renacimiento. En una parte del “Quadrivium”, dentro de la “Etymologiae”, describe la aritmética (ciencia que trata del número) y la geometría que se utilizaban hasta ese siglo. Aún no hay evidencias de la utilización de la simbología numérica actual.

El primer escrito occidental y más antiguo registro de la humanidad, donde aparecen los actuales números evolucionados de los arábigos, (sin incluir el cero), es el “Chronicon Albeldense” (Codex Albeldensis), que fue terminado por los amanuenses (copistas, quienes reproducen libros a mano) en el Monasterio de San Martín de Albelda (La Rioja-España) en el año 976. Actualmente está custodiado en la biblioteca del Monasterio de El Escorial, en España.

 

Es un códice que recoge distintos textos de derecho canónico y civil, documentación sobre concilios y otra información de la época. Los números están escritos bajo la influencia del legado árabe, de derecha a izquierda.

Codex Albeldensis
Codex Albeldensis

 

La numeración del Codex Albeldensis fue llevada a través de Francia al resto de Europa, vía Reims y Vaticano, por el Papa Silvestre II (Gerberto de Aurillac) que recogió la numeración, el ábaco y astrolabio en un viaje de estudios por España, “Madras” de Córdoba, la incipiente escuela de traductores de Toledo y norte de África. Pero no era el momento adecuado para su introducción, se estaba saliendo de la oscuridad del medievo y la religión católica imponía sus creencias y estos números eran peligrosos, de hecho, el Papa Silvestre II tuvo problemas por ellos.

 

Al nuevo sistema le tomó al menos 200 años para iniciar su andadura, hasta que los mercaderes mediterráneos necesitaron algo en común para sus negocios, el sistema de numeración romano era poco práctico y dificultaba trabajar con números grandes. Durante este tiempo se produjeron enfrentamientos entre la escuela “Algorista” que defendía el sistema evolucionado arábigo y los “Abacistas”, mantenedores del sistema romano.

 

Durante varios viajes por este del mediterráneo Leonardo Pisano Bigollo (Fibonnaci), aprende y observa la importancia de la numeración árabe. Es con la publicación de su libro Liber Abaci (Libro del Ábaco) en 1.202, cuando los actuales números occidentales comienzan su difusión.

 

La verdadera expansión llega a partir de la invención de la imprenta en 1.450, la necesidad de simplificación del conjunto de caracteres fija definitivamente el cambio en los símbolos.

 

 

En 1.482 Johannes de Armsshein publica Cosmographia, una versión del mapa de Ptolomeo donde utiliza los números actuales para señalar las coordenadas de ciudades y lugares de interés.

Mapa de Ptolomeo por Johannes de Armsshein 1.482
Mapa de Ptolomeo por Johannes de Armsshein 1.482

 

Otro de los impulsos en la utilización de los nuevos números surge con las aritméticas comerciales, era lo que estaba en la cresta de la ola en esa época, las dos más importantes son:

Luca Pacioli
Luca Pacioli

 

  • En 1.494 Luca Pacioli publica “La Summa de arithmetica, geometria, proportionietproportionalita”, una síntesis matemática y aritmética aplicada al comercio dónde incluye “De computis et scripturis”, probablemente el tratado más antiguo que origina la contabilidad moderna.

 

  • En 1.512 Juan de Ortega publica “El tratado de arismética y geometría” que fue la aritmética para el comercio más importante de la época. El libro comienza con una frase que debería estar enmarcada en las casas de los corruptos y en la entrada de las sedes de muchas multinacionales:

“porque no pasasen tantos fraudes como pasan por el mundo acerca de las cuentas, fraudes hechos a los que poco saben”.

 

Portada El tratado de arismética y geometría
Portada de El tratado de arismética y geometría

El renacimiento es la verdadera catarsis, el sistema de numeración romano comienza a olvidarse, las ciencias avanzan y los símbolos numéricos son una parte básica del cambio. Al Kashi generaliza el uso de los números decimales tal y como los conocemos hoy, Regiomontanus nos habla de trigonometría, también como la conocemos hoy, Scipione Ferro propone un método para la solución de ecuaciones cúbicas, Stifel, Tartaglia, Cardano, Bombelli, son otros entre los muchos matemáticos que comienzan una larga carrera con la materia prima de la matemática, los números.

 

Los símbolos aritméticos básicos comienzan a utilizarse fuera del rigor matemático, el vulgo tiene a su disposición instrumentos y capacidad de información para entenderlos. Leonardo da Vinci desarrolla lo que podría ser el primer prototipo de calculadora mecánica, en fin, lo que hubiésemos necesitado que se produjera 500 años antes, lastima que la religión sea una rémora para los avances científicos.